El jurado ha valorado las técnicas que ha desarrollado el científico gallego en el campo de la genética forense
Los investigadores Ginés Morata, vicedirector del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa-CSIC, y Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la Universidade de Santiago de Compostela, han sido reconocidos durante elXL Congreso de la Sociedad Española de Genética que se celebra en la Universidad de Córdoba (UCO) con los Premios Nacionales de Genética en sus modalidades básica y aplicada, respectivamente. El acto de entrega de estos galardones supone el final de este encuentro científico, que ha contado con la presencia de 165 investigadores divididos en siete áreas de trabajo.
El jurado ha reconocido en el caso de Ginés Morata (Rioja, Almería; 1945) el estudio de los mecanismos genéticos por lo que los genes construyen y asignan las identidades de las diferentes regiones de un cuerpo y el descubrimiento del mecanismo defensivo de competición celular por el que las células contiguas acaban con aquéllas que crecen a mayor ritmo y pueden causar problemas al organismo.
En el caso de Ángel Carracedo (Santa Comba, A Coruña; 1955), el jurado ha valorado, entre otros méritos, las técnicas que ha desarrollado en el campo de la genética forense y que han servido para, entre otras cosas, el esclarecimiento de casos con gran impacto social.
Ginés Morata ha mostrado su satisfacción por recibir este premio durante una rueda de prensa celebrada en la Universidad de Córdoba. Respecto a la competición celular, recuerda que fue descubierta en 1975 por parte de un equipo de investigadores españoles de los que formaba parte. Morata ha explicado que esta competición celular «es un mecanismo de defensa que tienen todos los integrantes del reino animal».
Según explica, «siempre habrá células mutantes en nuestro organismo, en teoría tenemos millones de células cancerosas, pero estamos sanos. Esto es así porque el mecanismo de defensa de la competición celular identifica estas células anómalas y evita su proliferación», ha resumido. Morata ha recordado que inicialmente el descubrimiento de este mecanismo fisiológico se realizó en la mosca del vinagre, pero que recientemente, en resultados publicados en ‘Nature’, también se ha observado en el desarrollo de mieloide aguda en ratones.
El premio Príncipe de Asturias de 2007 ha recordado que «hasta ahora ha sido un descubrimiento español», pero esta línea de investigación se está desarrollando fuertemente en otros países, especialmente en Japón. Morata acaba de regresar precisamente de un congreso en este país sobre la materia cuya presencia occidental era testimonial.
El porvenir y la ciencia
Ginés Morata ha hecho una defensa de la investigación científica, en general, y básica, en particular: «Se necesita que la sociedad española asuma que el porvenir en el siglo XXI depende de su tradición científico-técnica y el país que no lo desarrolle va a quedar atrasado. La ciencia básica tiene una importancia social tremenda: el premio Princesa de Asturias reconoce en 2015 una investigación en torno a un sistema denominado ‘Crispr-Cas’ que tendrá una implicación en la sociedad será tremenda».
El investigador del Centro Nacional de Biología Molecular Severo Ochoa ha opinado que la cultura anglosajona «desde la creación de la Royal Society en el siglo XVII» existe una noción asentada de la importancia del conocimiento científico y técnico.
«El borrador del genoma humano fue presentado conjuntamente por los presidentes de los Estados Unidos y del Reino Unido. Esta implicación de los políticos refleja esta tradición anglosajona de la valoración de la cultura. No es que sean más talentoso, es una cuestión cultural», ha indicado.
Asimismo, Morata ha valorado como «impresionante» el nivel y la calidad del congreso de la Sociedad Española de Genética. Además, ha recordado que la evolución de estos encuentros «ha sido fantástica, el nivel de lo que se presenta es equivalente a otros países como Reino Unido o Francia».
Igualmente, cree que «es inimaginable predecir dónde estará el progreso de la ciencia, pero dado el desarrollo de la tecnología molecular, se darán lugar a cosas que ahora no podamos imaginar y tendrán incidencia en la propia biología de las personas».
Por su parte, el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos, ha valorado que «la contribución del trabajo desarrollado por los premiados ha permitido que la vida de todos sea un poco mejor» y ha abogado por mantener «una política activa de promoción de la cultura científica que posibilite el acceso a la ciencia de los jóvenes».
Mientras, el presidente de la Sociedad Española de Genética, Alberto Ferrús, ha destacado que la organización que representa «procura estimular el desarrollo de la profesión y una de las actividades es la constitución de estos premios nacionales». Ferrús ha agradecido el patrocinio de Pryconsa.
Además, Ferrús ha lamentado que «la gestión política se centre en legislaturas», porque, según ha señalado, «en ciencia la llegada de los resultados en su inversión superan esos años de los mandatos», al tiempo que ha echado en falta «la iniciativa privada en el mecenazgo de la ciencia».
La organización del Congreso
Reyes González Roncero, del comité organizador del congreso, ha subrayado la «enorme» participación de los asistentes en preguntas tras las conferencias y en la presentación de paneles, a lo que ha añadido que en cada una de las siete sesiones se han presentado «resultados muy novedosos» y ha puesto como ejemplo el campo de la genética de plantas con investigaciones para obtener productos alimenticios con compuestos biosaludables como los polifenoles a través del trabajo genético en cultivos como la patata.
También, la coordinadora de programas de la Fundación Pryconsa, Isabel Durán, ha elogiado «la importancia que tiene dar visibilidad a la labor de los investigadores» y ha solicitado una mayor implicación de los legisladores para «potenciar el mecenazgo en artes y ciencias». De esta manera, ha declarado que «el sector privado se abriría mucho más».