Alumnos y profesores disfrutaron de un mañana de encuentros con el prestigioso investigador gallego
Doce del mediodía y salida en masa de alumnos del IES Laxeiro para disfrutar del segundo recreo. Las conversaciones habituales y las chanzas cambiaron de tono. «¡Deixóme pasmado!», decía uno. «Pois yo no me imaginaba eso del cáncer», apuntaba otra a sus amigas. La culpa de esos y otros muchos eran fruto de una charla que acaba de impartir Ángel Carracedo. Su secreto, decía, «enganchalos falando de medicina forense, tipo CSI, que a estas idades é algo que lles chama moito a atención e logo ir metendo cousiñas». Unas píldoras en las que este prestigioso científico gallego les fue dando datos del trabajo que realiza y que lleva a cabo su equipo en la investigación de fármacos, de enfermedades o de medicina forense vinculadas con la genética.
Si los alumnos y profesores estaban encantados, también lo estaba Ángel Carracedo que se emocionó con la voz de Tamara y disfrutó con las actuaciones musicales y la compañía y las preguntas de los chavales. Los actos incluyeron el descubrimiento de una placa con su nombre en el laboratorio de Biología. Carracedo señalaba que «é o mellor premio que me podedes dar na vida». Con los alumnos de Biología mantuvo un coloquio allí mismo. Gracia Santórum, que se encargó junto con Luis Jar, de la organización de esta jornada, servía café, chocolate… y mientras los alumnos y un par de oyentes picábamos unas nueces o algún pincho, Ángel Carracedo contaba su vida, su afición a la pesca, qué le llevó a estudiar medicina, por qué quiso ser farero tras renegar de la medicina clínica y como llegó a encontrar su sitio en la investigación genética, en una época en la que no existía en Galicia hasta ahora un laboratorio con 130 personas que se encuentra entre los mejores del mundo. Carracedo invitó a los alumnos a visitarle y a estudiar para «ter un de Lalín no equipo, que non teño ningún e agora sondes o meu instituto favorito».
Por él, los alumnos pudieron conocer las carreras por ganar proyectos, que los bioinformáticos siempre encuentran trabajo, la revolución que supuso la creación de los contadores de ADN o que la investigación que realizó que más le impactó fue la de la esquizofrenia. También que en CSI tienen una tecnología más anticuada que en Santiago y que las cosas no se resuelven en un capítulo de una hora, a veces tardan dieciocho años, como ocurrió con la detención del asesino de Eva Blanco, encontrado gracias a los estudios genéticos del equipo de Carracedo.