GenDr y Lacteal, dos proyectos de la Universidad de Santiago, compiten en el «Spin» con trece equipos de toda Iberoamérica por 100.000 euros en premios a los que optaban 464 candidatos
Ana Latorre afronta hoy dos minutos que podrían cambiar su vida. La suya, la de Olalla Maroñas, la de Juan Vázquez y la de Adrián Caamaño, sus socios en el proyecto GenDr, uno de los quince finalistas del «Spin 2016» en una competición con los mejores modelos de negocio surgidos de investigaciones universitarias de toda Iberoamérica. En 120 segundos deberá convencer a un jurado de expertos de que su idea es la mejor y la que más perspectivas tiene de funcionar. Lo harán también ante un auditorio repleto de inversores que, a mayores de los 100.000 euros en juego, podrían decidir apostar por ellos.
A principios de año comenzó un proceso de selección en el que competían464 candidaturas de 12 países. A la Ciudad de la Cultura, que coorganiza y acoge este evento que termina después de tres días multitudinarios, llegaron solo 30 aspirantes que en la última semana han recibido formación. Ayer se desvelaron los finalistas que esta mañana se suben al escenario del Gaiás, donde deberán responder también a las preguntas que les formulen. Junto a GenDr está Lacteal, otra empresa en ciernes nacida de la investigación académica. Ambas proceden de la Universidad de Santiago, aunque tienen fines distintos.
«En GenDr predecimos, a través de análisis genéticos, la respuesta que un pacienteva a tener a un fármaco, es decir, sus efectos adversos y su eficacia. Así se evitan los primeros y se guía al médico hacia la elección del tratamiento más seguro y más eficaz —explica a ABC Latorre, que asumiré la portavocía ante el jurado—. Las áreas en las que estamos más centrados son oncología, psiquiatría y cardiología».
El objetivo de Lacteal es muy diferente. Lo comenta Marta López Alonso, profesora de Veterinaria en el Campus de la USC en Lugo, que acompaña al equipo de universitarios. «Estudiamos el empleo de un suplemento de algas para corregir deficiencias minerales en animales, fundamentalmente vacas lecheras en sistemas de ganadería ecológica». Su resultado es doble, pues además «se consigue una leche enriquecida en yodo y selenio». El primero escasea en los suelos del norte de España donde pastan las reses, que en ganadería ecológica apenas pueden recibir suplementos en su alimentación. Las algas palian este problema de forma natural, indica López Alonso.
Con la esperanza de que los nervios no jueguen «una mala pasada», sus intervenciones tratarán de enganchar al jurado con «una historia, una emoción que después recuerden». Cuantos menos datos científicos, mejor. Y, por supuesto, la certeza de pingües beneficios.