Recibieron dos premios de un concurso estatal, en un congreso en Málaga, por trabajos de Química y Biología
Tres alumnas del IES Rosalía de Castro consiguieron dos premios, con una dotación total de 5.000 euros, por dos premios del concurso estatal de jóvenes investigadores, convocado por el Ministerio de Educación y el Instituto de la Juventud. Sara Martínez García y Aida Carril Barcia consiguieron 3.000 euros por el estudio Una nueva herramienta de investigación forense: predicción del origen geográfico y del color de ojos. Y Raquel Fernández Viéitez, 2.000 euros por su propuesta ¿Hay algún fundamento científico en la utilización del «Vaso de Tormentas» como instrumento para la predicción meteorológica?
En el concurso de jóvenes investigadores participaron 296 propuestas. Las 40 mejores, entre ellas estas dos de las alumnas santiaguesas, se expusieron en un congreso, en Málaga.
Genética y Meteorología
Sara Martínez y Aida Carril tuvieron orientación de Rosario García-Echave, profesora de Biología del Centro. Realizaron parte de su trabajo en colaboración con el Centro Nacional de Genotipado, que dirige Ángel Carracedo. Estas estudiantes determinaron el origen geográfico de 12 personas (de África, Europa y América), y el color de ojos de otros 13, con análisis de variaciones en su genoma. Posteriormente compararon los resultados con una encuesta entre docentes y estudiantes del instituto. Les mostraban una fotografía de cada una de esas 25 personas y les pedían después que describiesen su color de ojos y su origen geográfico. Verificaron que solo el 60 % acertaron el color de ojos, y la mitad el origen geográfico. Concluyen que «el análisis genético resulta más fiable a la hora de determinar estas características que la percepción de un individuo», y que «no había una diferencia significativa entre la percepción de hombres y mujeres», indican. Hubo reacciones sorprendentes, dicen, como que una joven natural de América era percibida por casi todas las personas encuestadas como europea.
En el otro trabajo premiado, Raquel Fernández, orientada por Jesús Fidalgo Fernández, profesor de Química del instituto, indagó sobre el «vaso de tormenta», utilizado antiguamente como instrumento de predicción meteorológica y que se empleó en algunas expediciones de descubridores. Raquel midió parámetros físicos y químicos, cambios producidos en la altura de los cristales, solubilidad, ph, conductividad eléctrica y cantidad de alcanfor disuelto. «Los resultados indican que, aunque la temperatura afecta a los parámetros determinados, el vaso de tormenta no es un instrumento fiable para realizar predicciones científicas, quedando limitada su efectividad a casos de condiciones extremas o bajo observación de un marino experimentado», concluye.