Con más de dos décadas dedicadas al asesoramiento jurídico a empresas e instituciones, el abogado José Antonio Montero, del despacho Rivas&Montero, habla con sentido didáctico de la importancia de la confianza, de las carencias de su profesión y de cómo el factor tiempo puede llegar a ser un lastre en la justicia.
El bufete Rivas&Montero, especializado en derecho mercantil, comienza una nueva etapa con un ciclo de conferencias basado en la transferencia de tecnología y que inaugura hoy el profesor Ángel Carracedo.
Este ciclo tiene una función docente. Ángel Carracedo es un gran divulgador y comunicador. Siendo investigador ha sido capaz de mantener proyectos científicos y de obtener un retorno. Además, hay mucha gente trabajando gracias a él. Y de lo que se trata es de fijar proyectos como ese, darles una estructura y que puedan seguir siendo rentables.
Queremos aportar nuestro granito de arena intentando interconectar los mundos científico, universitario y empresarial con experiencias exitosas.
El despacho está especializado en la resolución de problemas legales que les surgen a empresas e instituciones.
La base fundamental del despacho de abogados es el asesoramiento de empresas, especializado en derecho mercantil, pero luego las aconsejas en muchos temas legales.
¿Cómo ha cambiado el mundo del derecho?
La abogacía ha cambiado muchísimo. Nosotros no queremos un asesoramiento puntual judicial único, sino que la idea es un asesoramiento permanente, pero que se basa en la confianza. Lo que quieres hacer es una labor preventiva, en la que vas de la mano del empresario.