Lo promueven investigadores de Santiago y una empresa tecnológica de Ourense
En enero del 2019 se prevé que llegue al mercado Lincneuro, un producto gallego que tiene como objetivo contribuir a la disminución de las secuelas y de la mortalidad provocada por un ictus. En algunos casos se confía que reducirá, además, hasta dos días la estancia hospitalaria de pacientes con este mal. Lo elaborará Lincbiotech, que surge de la colaboración entre el Laboratorio de Investigación de Neurociencias Clínicas (de sus siglas, LINC, proviene el nombre de la empresa) del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), y Conexiona, una empresa ubicada en el Parque Tecnolóxico de Galicia, en San Cibrao das Viñas (Ourense).
La iniciativa se presentó ayer en el Hospital Clínico santiagués y en el edificio ourensano de Tecnópole. Este primer producto consiste en un software que cuantifica y muestra la temperatura del cerebro a partir de datos generados por una resonancia magnética. Esa información se integra con las imágenes del cerebro y facilita un diagnóstico más preciso y tomar mejores decisiones clínicas para tratar al paciente, pues permite determinar el volumen del infarto cerebral y otros datos relevantes. Así lo explicaron el neurólogo José Castillo, director del IDIS y del LINC; y Carlos Sande, director de I+D y de proyectos de Conexiona. Ambos son dirigentes de Lincbiotech, que se propone además comercializar fármacos, como uno investigado en Santiago por el LINC y por la plataforma Innopharma que dirigen Mabel Loza y Ángel Carracedo.
Lincneuro se desarrolló hace algún tiempo, pero se demoró porque inicialmente se tardaba unas dos horas en conocer los resultados que daba de la temperatura cerebral. Era excesivo para pacientes con ictus. Resultaba además incómodo, pues se debía permanecer ese tiempo dentro de la resonancia magnética. Tras mejorar la formación de un investigador del IDIS en Finlandia, se consiguió obtener resultados en un par de minutos, y un sistema que se puede aplicar a cualquier equipo de resonancia magnética y eso permite ahora su comercialización. «Esta es una muestra de la utilidad para el paciente de la investigación que se hace en el hospital», afirma José Castillo.
Pioneros en el mercado
«Tenemos una tecnología experimentada con éxito en animales, principalmente», explicó Carlos Sande. Ahora se ultima para pacientes, con quienes podrá utilizarse ya para investigación a mediados del 2018, precisó. Lincbiotech pretende consolidarse como una biotecnológica especializada en el desarrollo y comercialización de productos sanitarios destinados al diagnóstico, prevención, control y al tratamiento de enfermedades neurológicas, agregó Sande. «El tamaño actual del mercado al que vamos intentar llegar en los próximos años es de 105 millones de euros», según el número de resonancias magnéticas que se hacen. El principal mercado será España, un 75 %; el resto Europa y América. En el 2021 esperan alcanzar una facturación ya de 2,1 millones de euros. Una ventaja de este software es que no hay otro igual en el mercado, agregó.
Se dan 141 casos de ictus por cada 100.000 habitantes. En España, esta dolencia supone un gasto medio de 12.000 euros por paciente, con una estancia media de 6,5 días en el hospital y entre el 3 y el 4 % del gasto sanitario total. Esta empresa gallega empezará a funcionar con 380.000 euros. De esta cifra, un 25 % lo aportan entre la Fundación Ramón Domínguez (entidad rectora del IDIS) y sus socios; y el resto procederá de aportaciones públicas y privadas. Creará cuatro puestos de trabajo inicialmente, según se indicó. Eloína Núñez, gerente del área sanitaria de Santiago y directora de la Fundación Ramón Domínguez, resaltó que es la cuarta empresa que surge del IDIS.