“La Medicina Personalizada de Precisión (MPP) no es una moda ni es una opción, sino que es una realidad tangible que tenemos la obligación y la oportunidad de incorporar como un avance más”. Así lo aseguró, Justo Castaño, director científico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), durante la jornada organizada en Córdoba por este organismo y la Fundación Instituto Roche.
En este foro, varios expertos clínicos debatieron sobre las oportunidades que ofrecen las investigaciones en este campo. Y es que, la Medicina Personalizada de Precisión no sólo aporta soluciones en el campo de la oncología. El cáncer es el ejemplo más paradigmático de la Medicina Personalizada de Precisión, “pero también se están beneficiando otras muchas áreas de la Medicina. En los que se esperan más avances en el futuro son, sin duda, las enfermedades raras de origen genético y los trastornos psiquiátricos”, señaló Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela.
La secuenciación de nueva generación y los estudios masivos de asociación de genomas completos (GWAS) con polimorfismos de un solo nucleótido (o SNPs) son, a su juicio, los que más están permitiendo avanzar en este campo. “Estos están permitiendo la estratificación de la enfermedad común y el descubrimiento de biomarcadores de respuesta a tratamientos”.
En este sentido, este experto recordó que la identificación, validación, aprobación regulatoria y traslación de estos biomarcadores a la práctica clínica tienen retos importantes. Aquí, consideró que la organización e implementación en el sistema sanitario y la educación de profesionales es uno de los retos más difíciles.
En cuanto a los retos de futuro en este campo, Guillermo Antiñolo, jefe de servicio de la Unidad de Gestión Clínica de Genética, Reproducción y Medicina Fetal del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, señaló que es importante el desarrollo de un marco en el que esta medicina se aplique. “Hay dos elementos clave para ello: el desarrollo de la genómica y sus aplicaciones y una historia clínica digital única a lo largo de un sistema de salud en la que se integren tanto la información genómica como los datos clínicos para así poder trabajar en un modelo que yo llamo prospective health care”, dijo. De este modo, apuntó, “la gestión del conocimiento es crítico y hoy en día los sistemas necesitan ser más sostenibles, más seguros y equitativos y generar formación de los profesionales”.
Antiñolo enfatizó así la importancia de la traslación: “Hoy en día —apuntó— se habla mucho en España de MPP, pero se habla de datos genómicos en ensayos clínicos o para un grupo particular de pacientes, pero no para el sistema de salud en su conjunto. La medicina personalizada puede ser el motor que necesitamos siempre y cuando esta produzca cambios en la integración de la historia clínica digital única para todos y el acceso a Big Data”. Solo así, añadió, los resultados de los pacientes se podrán utilizar independientemente del sitio en el que se encuentren, logrando una verdadera Medicina de Precisión.
Por su parte Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, explicó que “potenciar la investigación en nuestro país es clave para asegurar que España esté a la vanguardia de la innovación en salud”. Lo cierto es que en nuestro país se han ido dando pasos para el avance de esta medicina. De hecho, el Ministerio de Sanidad, ya tiene un informe técnico para un futuro Plan Nacional de Medicina Personalizada. El texto que ha tomado como base experiencias internacionales, aplicadas a las características del SNS, se espera tenga un marcado carácter participativo de las comunidades autónomas.
A estas alturas nadie duda de que la Medicina Personalizada de Precisión es el futuro y que por tanto tanto el Sistema Nacional de Salud (SNS) como los sistemas regionales de salud tienen que hacer un mayor esfuerzo. “Las Comunidades Autónomas, el Ministerio de Sanidad y el Parlamento son conscientes de ello. Todos coincidimos en que un plan nacional es la mejor herramienta para llevarlo a cabo”, concluyó Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche.