Ana Pastor y Sandra Ortega figuran en el ‘top 10’ de una lista en la que por primera vez el número de mujeres supera el 30% //El mundo de la empresa gana al sector cultural y la universidad aventaja a la política // Los 125 gallegos más influyentes
Nunca antes en las 14 ediciones de esta lista con los 125 Gallegos más influyentes se había producido un acontecimiento que, sin duda, alteraría su contenido. El trabajo de campo de esta encuesta se realizó antes de la moción de censura que apartó a Mariano Rajoy del Gobierno. A pesar de ello se respetaron las elecciones realizadas por el jurado de notables completamente ajeno a EL CORREO GALLEGO
Hace un año el gran titular de esta lista era la subida de siete puntos en el número de mujeres que formaban parte de ella. Una tendencia que se mantiene en esta edición ya que el colectivo femenino rompe, por vez primera, el treinta por ciento de nominadas por su influencia.
Entre las diez primeras se mantienen Ana Pastor, la presidenta del Congreso de los Diputados, y Sandra Ortega Mera, la segunda máxima accionista de Inditex, pero muy cerca asoman otras mujeres como Flora Pérez Marcote, la mujer de Amancio Ortega; Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove; Marta Ortega, la heredera del imperio textil; la científica Mabel Loza; las conselleiras Rosa Quintana y Ethel Vázquez; Carmela Silva, presidenta de la Diputación de Pontevedra, y la cantante Luz Casal. Todas ellas entre los 50 primeros puestos.
En los lugares de honor apenas hay cambios (unas ligeras modificaciones) con Alberto Núñez Feijóo, Amancio Ortega, Mariano Rajoy, Ana Pastor, Pablo Isla, Juan Carlos Escotet (que continúa subiendo), Manuel Jove, Ángel Carracedo, Darío Villanueva y Sandra Ortega repitiendo en los diez primeros puestos de este ranquin.
(Cada uno de los electores debía elegir a quince personalidades y les asignaba entre 15 y 1 punto, en orden decreciente, según su opinión. EL CORREO, como ocurrió en todas y cada una de las ediciones anteriores, no sugirió ningún nombre. De la lista se autoexcluyeron tanto directivos como trabajadores del Grupo Correo Gallego que recibieron votos).