La jornada de puertas abiertas resultó un éxito de participación y asistencia
Begoña Vila y Belén Louzao, de Óptica Vila de Muxía, realizaban pruebas gratuitas en el polideportivo de Cabana con un retinógrafo para detectar posibles principios o indicios de glaucoma, retinopatía diabética, degeneración macular o esclerosis múltiple.
No muy lejos de allí se encontraba Rogelio Antelo Amigo. Rogelio tiene 54 años y en junio del pasado año se realizó la prueba de la ataxia. «En agosto me lo confirmaron. Tenía la denominada SCA36, o variante Costa da Morte». Comentó que, dentro de lo malo, le supuso un alivio: «Pensé que tenía un tumor cerebral o algo parecido». Rogelio, que reside en Corcubión, regentaba una carnicería en Cee. Los primeros síntomas surgieron en el 2012. «Empezaba a escribir mal y sin sentido». Tiene dos hijas: «A la mayor, que tiene 30 años, le hicieron las pruebas, que dieron negativo. Es como si me tocara la primitiva». Rogelio participó en la jornada de puertas abiertas e hizo una valoración muy positiva de este simposio celebrado durante el fin de semana en Cabana: «Hay esperanza porque tenemos muchos y muy buenos investigadores. Hablo de Ángel Carracedo, María Jesús Sobrido y el doctor Arias, ademas de expertos de Estados Unidos, Japón… Tratando de dar con un tratamiento para la ataxia».
La jornada de puertas abiertas resultó ser todo un éxito de participación y asistencia. Hasta el polideportivo y auditorio cabaneses acudieron personas de todas las edades, algunas de ellas, como Rogelio, enfermas de ataxia.
Otra clase magistral de Ángel Carracedo
Si había un acto central ese era la conferencia de Ángel Carracedo, director de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica. Ante un abarrotado auditorio, volvió a ofrecer nueva clase magistral sobre genética. Con un lenguaje sencillo y didáctico, analizó enfermedades como el cáncer, la ataxia, la esquizofrenia o el autismo. Y enterró mitos urbanos sobre el supuesto origen hereditario de algunos males como el cáncer. También alertó de la importancia que tiene el ambiente en el que se vive en el desarrollo de algunas dolencias graves.
Ramón Moreira Lema tiene 65 años. Nació en Canduas aunque reside en A Coruña. Padece Ataxia en su variedad SCA 36 o Costa da Morte. En su caso, los primeros síntomas surgieron hace ya un cuarto de siglo: «Tenía unos 40 años. Un día iba caminando por la acera cerca de aquí, del polideportivo. Veníamos de tomar un café y me caí al suelo. Rompí casi todo el pantalón del traje. Ahora tengo dificultad para hablar o caminar, pero creo que tengo una buena calidad de vida dentro de lo que cabe». Hoy forma parte de la Asociación Galega da Ataxias.
Ramón Moreira también acudió ayer a la jornada de puertas abiertas de este simposio sobre la ataxia: «El mensaje que hay que trasladar es que hay esperanza para los enfermos. Hay muchos expertos de todo el mundo trabajando sobre esta enfermedad. Investigadores que buscan un tratamiento para esta enfermedad y otras que tienen un origen similar como es la ELA [esclerosis lateral amiotrófica]», comentó.