El Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la USC (Cimus) captó el año pasado 10,1 millones de euros para su funcionamiento. Con las cantidades disponibles de años anteriores, alcanzó los 27,1 millones de euros de fondos activos. Esto se explica porque la financiación para proyectos y acuerdos de investigación suele ser plurianual.
Los resultados del 2017 son en términos globales los mejores en un año en la historia del centro, pero difieren de los ejercicios anteriores. Las cifras revelan que el año pasado fue especialmente bueno en captación de fondos autonómicos, pero consideradas en conjunto las últimas anualidades es más relevante la financiación internacional que obtuvo.
Galicia y el mundo
La memoria del Cimus revela que si principal financiación del 2017 procedió de casi 3,8 millones de euros (el 37,35 % de los 10,1 millones del año) obtenidos por 12 proyectos competitivos convocados en Galicia. Le siguen 2,9 millones (el 29,1 % anual) de 7 convenios con entidades; 2,3 millones (el 22,5 %) de 12 proyectos de convocatorias estatales; poco más de 660.000 euros (6,5 %) de 67 contratos con empresas; y algo más de 467.000 euros (el 4,6 %) de 2 proyectos internacionales.
Si se tienen en cuenta los últimos años, la composición cambia significativamente: el 35,4 % de los 27,1 millones, algo más de 10,3 millones de euros, proceden de 20 proyectos internacionales; 6,4 millones (22,1 %) de 32 proyectos estatales; 6 millones (un 20,6 %) de 13 proyectos autonómicos; 3,3 millones (el 11,4 %) de 16 convenios con entidades; y los casi 3,1 millones restantes (el 10,5 %) de 134 contratos con empresas.
El Cimus destaca en investigación básica y supone la principal contribución de la USC al Instituto de Investigación Sanitaria (IDIS), en el que participa con la Consellería de Sanidade. En total, el IDIS captó 32,4 millones en el 2017, según la memoria que presentó en julio.
Líderes de cuatro redes gallegas y presencia estatal e internacional
La memoria del Cimus del 2017 destaca la publicación de 160 trabajos científicos, 3 nuevas patentes, o la extensión internacional de otras 3 patentes antes con ámbito estatal. Además, cuatro grupos del centro lideran redes gallegas: la de Investigación e desenvolvemento de medicamentos, que coordina Mabel Loza; Células madre y terapia celular (Clara Álvarez), la de Animales genéticamente modificados (José A. Costoya) y la de Nuevas herramientas computacionales aplicadas a la investigación en salud, deporte y medio ambiente (Carmen Cadarso).
Varios grupos e investigadores del centro tienen participación de impacto en su áreas, multidisciplinares e multiinstitucionales, en el ámbito estatal. Carlos Diéguez dirige el Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de la obesidad y la nutrición, de ámbito estatal, en la que participan su grupo y los de Miguel López, Rubén Nogueiras, María García y Sulay Tovar. En el Ciber de enfermedades raras participa el grupo de Ángel Carracedo; en el de enfermedades neurodegenerativas, el de José Luis Labandeira, M. J. Guerra y J. Rodríguez; en el de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina, el de María José Alonso; y en el de enfermedades cardiovasculares, el de González Juanatey.
Avances en cáncer y obesidad ocupan a la mayoría de sus 30 grupos consolidados
En el Cimus trabajan 30 grupos consolidados, tras incorporar cuatro el último año. Su actividad se distribuye en ocho áreas de trabajo y su principal dedicación es conseguir avances para tratar el cáncer y la obesidad.
El área del cáncer integra a 8 grupos. Los dirigen Anxo Vidal (Ciclo celular y oncología), Román Pérez Fernández (Oncología endocrina), José Antonio Costoya (Oncología molecular), Celia María Pombo (Estrés celular), Rosa María Señarís (Neuroendocrinología), Carmen Rivas (Virus y cáncer), Miguel González Blanco (DNA y genoma) y Miguel Fidalgo (Células madre).
La obesidad es el principal objeto de estudio de los 7 grupos del área de endocrinología y nutrición. Los dirigen Carlos Diéguez (Obesidad funcional), Miguel A. López (Neurobesidad), Joaquín Lado Abeal (Tiroides y enfermedad metabólica), María Carmen García (Citocinas y obesidad), Clara Álvarez Villamarín (Neoplasia y diferenciación endocrina), Rubén Nogueiras (Metabolismo molecular) y Sulay Tovar (Diabesidad).
Tres se dedican al área de la nanomedicina, dirigidos por María José Alonso, Marcos García y Noemí Csaba. Dos al área genética, los de Ángel Carracedo y Fernando Domínguez. María Carmen Cadarso dirige una plataforma de bioestadística. Y María Isabel Loza lidera el área de desarrollo de nuevos fármacos.
«Preocupa o relevo de moitas xubilacións en poucos anos»
J. G.
No Cimus traballan 250 persoas, entre investigadores en diferentes situacións e técnicos. O seu director, Carlos Diéguez, destaca tamén a presenza habitual de persoal de 15 a 20 países «que veñen con financiamento do seu país ou de axencias internacionais, e son una forma adicional de captarmos recursos, polo que é unha vía que queremos potenciar».
-Como valora o 2017?
-A valoración global é satisfactoria: mantemos unha produción científica elevada; en captación de recursos foi o mellor ano, ao superarmos os 10 millóns de euros; e na renovación de talento foi un ano produtivo, ao incorporarmos 4 novos investigadores principais.
-Preocupa renovar talento?
-Preocupa o relevo de moitas xubilacións en poucos anos, nun horizonte de 5 a 7 anos, por iso é prioritaria a renovación, que no 2017 veu con 4 grupos, os de Sulay Tovar, Miguel Fidalgo, Noemí Csaba e Marcos García. O ano pasado tamén fixemos a primeira xornada de portas abertas, con máis demanda da que podiamos atender, e por iso pensamos organizar outra a finais deste ano.
-Destaca a produción científica, porén baixaron as publicacións.
-Houbo 160 publicacións en 2017, por 163 en 2016, 183 en 2015 e 149 en 2014. Son cifras que indican estabilidade, nun nivel alto. Ás veces, as demoras na edición dalgunhas publicacións explican as oscilacións na produción anual.
-Tres novas patentes, é un bo resultado?
-Ultimamente potenciamos a estratexia de ter máis acordos con compañías para desenvolver o coñecemento que xeramos, e non patentar nós directamente. Porque desde que principia o proceso dunha patente até que chega ao mercado o período é moi longo, manter a propiedade intelectual é custoso, e hai risco de perder o investimento; e así as compañías participan nese risco.
-Colaborarán máis co CSIC?
-O equipo reitoral verá en setembro como ampliar esa colaboración. Na recente visita da presidenta do CSIC ao Cimus e ao Ciqus vimos interesante ampliar a colaboración actual.