Nuestros genes se pueden entender como un libro enorme de un millón de páginas. Con un estudio de asociación masiva, en el que participa el Instituto de Salud Carlos III, se buscará conocer los genes que pueden influir en la enfermedad del Covid-19. Identificarlos ayudaría a diseñar, por ejemplo, un confinamiento más selectivo y no casi a ciegas como el que estamos viviendo en estos momentos. La genética podría aportar más en la parte de comorbilidades que en la de predicción de riesgo.
La Fundación Instituto Roche organizó este miércoles un encuentro digital sobre genética y Covid-19. Los expertos en Genética Angel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela, y Pablo Lapunzina, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer) y jefe de Grupo de Investigación del INGEMM-IdiPAZ, debatieron sobre la influencia que pueden tener los genes en las diferentes respuestas que tienen las personas frente a la enfermedad Covid-19, con independencia de la edad y de la presencia o no de otras enfermedades. Es decir, si puede la genética explicar la respuesta al coronavirus.
Carracedo advirtió de que en una carga infecciosa el virus o la carga viral es importante, pero no lo único. El huésped también importa. «Los genes pueden tener un papel importante y por eso hay que averiguarlo«, dijo. Podría ayudar en la búsqueda de medicamentos diana y para hacer una actuación precoz. ¿Cómo se puede averiguar? Hay diferentes aproximaciones.
Importa la persona. Por ello, hay que hacer un estudio de asociación, recogiendo dos grupos de fenotipos conocidos. Por ejemplo, pacientes que apenas tuvo síntomas y pacientes graves. Nuestros genes se pueden entender como un libro enorme de un millón de páginas. Aquí sólo se analiza una letra por libro. Para hacer estudios de asociación masiva, hay que hacer un gran esfuerzo de análisis. Se ha formado un consorcio en el que participa el Instituto de Salud Carlos III para un estudio con 8.000 pacientes de España y otros países de Latinoamérica. El mayor esfuerzo de genotipado se hará en España porque es una población más homogénea.
Lapunzina añadió que este estudio va a ayudar a encontrar páginas aisladas o un grupo de páginas seguidas en las que encontremos ese marcador genético. Y tocaría leer todas las páginas identificadas para conocer qué es lo que hace que estas personas tengan más riesgo. Por eso, se divide en un grupo de asintomáticos, en otro de los que han necesitado hospitalización y otro de personas que han estado graves, que han necesitado ventilación o incluso han fallecido. Con estos tres grupos, se intentará buscar los marcadores. Remarcó que el confinamiento que se ha hecho es «medieval o casi a ciegas«, y que encontrar los genes ayudaría a hacer otro confinamiento más selectivo si hubiera un rebrote.
Sorprende el distinto comportamiento de la enfermedad por países, aunque hay factores externos. ¿Hay poblaciones con mayor predisposición genética a sufrir ciertas enfermedades? El riesgo cardiovascular es más alto en asiáticos. Sobre el Covid-19, según Carracedo, no se sabe. Con el mencionado estudio, se quiere saber. «Va a ser muy difícil ver riesgo poblacional entre diferentes poblaciones en un mismo continente. Podríamos verlo a nivel de continentes, no a nivel subcontinental«, expuso. Recordó que los genes no cambian con la edad, que se mantienen a lo largo de la vida. Se irán teniendo datos preliminares. Se está compartiendo la información y se va a contrarreloj.
Un test genético por sí solo no serviría para predecir quién tendrá la enfermedad. Importa el riesgo genético, pero también otros factores. Habría que tenerlo en cuenta para una posible previsión del riesgo. Tendría que se completado con otras pruebas o análisis. La genética explica el 50% de las comorbilidades. Carracedo consideró que van a poder aportar más en la parte de comorbilidades que en la de predicción de riesgo. Lapunzina comentó que es probable que las comorbilidades estén jugando un papel importante.
Les preguntaron si la contaminación puede provocar alteraciones en la epigenética. Lapunzina respondió que podría tener relación. El estilo de vida igualmente podría influir. En gemelos, se ha demostrado que el estilo de vida ha dado un cambio.
¿Está mutando el virus? Por lo que está publicado, las variaciones en el virus son muy rápidas y está variando respecto a las primeras secuencias que se conocieron en China. Es una realidad que el virus está mutando. Aquí va a ser todo «una cuestión de sumar, tiene que haber mucha integración de datos«, según Carracedo. Centro del grupo asintomático, podrían entrar profesionales sanitarios que han dado positivo en pruebas serológicas. Se está colaborando con Atención Primaria para localizar pacientes asintomáticos. Remarcaron que una cosa es el diagnóstico del virus, otra cosa es la determinación serológica y otra la genética.
Les cuestionaron si la Sanidad tendría capacidad para hacer estudios genéticos masivos. Lo primero es conseguirlo. Insistieron en que los marcadores genéticos por sí solos no servirían para ver el riesgo, que la genética sería más a largo plazo y que el sistema sí tendría capacidad para hacerlos, y no sería muy costoso. Avisaron de que los resultados preliminares deben ser contrastados con estudios posteriores y que hay que tener cuidado con informaciones como que la nicotina podría ayudar a defenderse del Covid-19.